jueves, 19 de julio de 2012

REFLEXIONES SOBRE EL FIN DEL ESTADO EN LA CRISIS ACTUAL.



   Hola, amig@s.

  Este va a ser un artículo diferente al resto. En muchas ocasiones me  he planteado cuál es el papel de los escritores en la sociedad actual. Si se trata de ocupar un tiempo de ocio para los lectores, o si por el contrario, podemos y debemos opinar, influir, condicionar... para trasladar nuestras reflexiones a la sociedad sobre los problemas que nos atañen a todos.

  Históricamente los escritores hemos sido un obstáculo para el poder, tal vez porque éramos escuchados y respetados. Los escritores se mostraban renuentes a apoyar al poder establecido, y por lo general, defendían siempre un humanismo que por otros grupos, se manipulaba interesadamente. Las ideas de los escritores eran tergiversadas, usadas por unos y por otros con intereses diversos, y al final, el escritor se convertía en un intelectual conflictivo, que se podía ver obligado a exiliarse o empujado al más absoluto olvido, o aupado a los cielos.




  Actualmente los escritores tenemos un papel irrelevante. Apenas somos noticia y apenas se nos escucha. Quizás porque hablamos poco de la realidad o porque los medios de comunicación han denostado la reflexión, el diálogo, y no digamos el ensayo, la filosofía y en general el pensamiento. Denostar estos valores, es la base para el control social, y de eso saben mucho quienes deciden nuestros destinos.

  Por ello, ante la evidencia de que hemos perdido influencia y ya casi no se nos escucha si no es para entretenerse con nuestras novelas de ficción, he decidido dar mi opinión sobre la crisis actual, sus efectos y consecuencias, así como sus culpables. Espero ser leído y comprendido por muchos lectores, y que me déis también vuestro punto de vista:

  El hundimiento de Letham Brothers, marca el inicio de esta larga y profunda crisis financiera. Nadie auguró su caída, ni los mercados financieros especulativos, que horas antes animaban a invertir en sus "cuantiosos beneficios" y en las "enormes expectativas de crecimiento para los siguientes años". Cayó Letham Brothers y aparentemente nos quedamos estupefactos, sucedía a muchos kilómetros de distancia y nada tenía que ver con nuestras tranquilas vidas.




  Lo sucedido a partir de entonces, ha sido una guerra. Una terrible guerra entre esos mercados financieros todopoderosos, y los estados, o mejor dicho, el papel de los estados. Los perdedores, los ciudadanos, naturalmente.

 Los mercados financieros especulativos tenían un gran caudal de poder económico, de la misma manera que la burguesía poseía el equivalente antes de la Revolución Francesa. Pero ambos carecían de la base para consolidar y legitimar su poder económico: el poder político.

 Cuando un organismo desea TODO el poder, no puede conformarse con una parte. Lo quiere todo. Sobretodo, cuando sus perspectivas y expectativas hacen posible conseguir todo el poder.
Por ello la burguesía, a través de la Revolución Francesa, consiguió el tan anhelado poder político, que le otorgaba facultades potestativas para justificar sus actos, consolidar su posición y mantenerla a través del tiempo. Justo lo contrario que la nobleza, con un amplio poder político, pero con escaso poder económico, cada vez más débiles y con riesgo de empobrecerse. Pero seguían manteniendo privilegios por la clase social a la que pertenecían, hasta que... la guillotina acabó con sus cabezas y la burguesía ocupó sus puestos...



  Hay un evidente paralelismo con la "guerra" actual. Los mercados financieros especulativos, después de obtener un asombroso poder económico, ambicionan el político, ostentado por los ESTADOS, cada vez más débiles y amenazados.
  El papel del Estado Moderno, ha sido consecuencia del contrato social de Rousseau.
 Nosotros, los ciudadanos, con soberanía plena sobre nuestras facultades, "cedemos" esa soberanía al Estado para que dirija nuestros destinos y nos represente, en función de nuestros intereses, a través de un sistema democrático que expresa nuestros deseos cada cuatro años.
Y así había funcionado razonablemente bien hasta... el año 2007, que comenzó la "guerra", la crisis financiera, aunque también la denomino la "TERCERA GUERRA MUNDIAL".
 Los mercados financieros, conscientes de su influyente poder económico, han decidido que  les ha llegado el momento de asumir responsabilidades políticas, tener TODO el PODER. Por ello están hundiendo a los estados, y con el estado, caemos los ciudadanos.
  Los mercados financieros especulativos son un virus dentro del sistema, un virus cada vez más virulento que está acabando con el sistema mismo.



  Y han ganado esta guerra.

   Poco pueden hacer los estados ante su evidente falta de hegemonía, ante la pérdida de facultades potestativas, porque los mercados financieros carecen de normas, de reglas de actuación, de ética... es un grupo anárquico y especulativo que carece de ideología que no sea conseguir dinero sea como sea. Es un grupo invisible que desde la sombra, apuesta por el hundimiento y el fin de los estados.



 Los Estados no pueden hacer otra cosa que protestar y OBEDECER. Por eso nos suben el IVA, por eso acaban con la Ley de Dependencia, con los subsidios de desempleo, con las conquistas sociales largo tiempo elaboradas para la necesaria cohesión social, por eso humillan a los funcionarios con múltiples bajadas salariales... y aquí no se va a salvar nadie, salvo los BANCOS, representantes de los mercados financieros y del nuevo poder que viene a quedarse con todo.




Escribo este artículo el día 19 de julio del 2012, y creo sinceramente que ya han ganado la guerra, y ellos son los que toman las decisiones sobre nuestro futuro. Viviremos con la ficción de que el nuestro es un estado democrático, y que siguen existiendo derechas e izquierdas... pero es una ficción, es papel mojado: quien "corta el bacalao", son los mercados financieros, no nos engañemos.

 Nos quedan pocas semanas para pedir un rescate global para nuestro decadente país en bancarrota, en nuestra decadente y humillada Europa, en un mundo hostil, donde los estados son cada vez más débiles y habrá menos democracia y menos derechos, más violencia e individualismo. La desaparición de los estados es preocupante, porque su espacio va a ser ocupado por grupos que no nos representan, y que no van a defender nuestros intereses.
 Lejos quedan los derechos humanos, los derechos de los trabajadores, la cohesión social, la justicia...  el mundo que se avecina es lo más parecido a una pesadilla distópica. Es un retroceso a la época de la revolución industrial.

 ¿Alternativas? Por supuesto. No quiero caer en el pesimismo y aquí os envío alguna:


      -Necesitamos MÁS ESTADO:

  Necesitamos que los estados controlen a los mercados a nivel mundial. Que los mercados actúan en base a unas normas y reglas de conducta transparentes y deontológicas, para que sus prácticas no cuestionen ni acaben con nuestro modelo de vida.
Para ello es necesario un SUPRAESTADO, que bien podría estar dirigido por la ONU, tal como existe una Organización Internacional del Trabajo, que regula las relaciones laborales en todo el mundo y a la que nadie escucha ni respeta; podríamos hacer lo mismo, pero en este caso, que sí fuera respetado por todos: es decir, un SUPRAESTADO que represente a todos los países del mundo y que esté por encima de los mercados, controlando su actuación. Naturalmente esto suena utópico, pero ya se ha hecho en otros momentos históricos.
Y me explico: después de la Segunda Guerra Mundial, los criminales nazis se reían de los juicios de Nuremberg. Según las leyes del régimen alemán, sus condenas serían modestas, irrisorias, y saldrían en libertad en no muchos años. Pero el mundo reacciónó, y se creó un organismo internacional al que todos cedieran soberanía para juzgar estos casos tan graves,  como el holocausto. Los nazis fueron juzgados en su patria, pero bajo un juzgado que todo el mundo reconocía y que se encontraba por encima de la justicia alemana: el Tribunal Penal Internacional. Y fueron condenados a muerte o a cadena perpetua...
 Es decir, en el pasado, sí hemos sabido dotarnos de herramientas que estuviesen por encima de los países y que tuviesen la responsabilidad de regir los destinos de la humanidad. Podríamos hacerlo ahora, si hay voluntad: tenemos la ONU, herramientas existen, solo falta voluntad política para sobrevivir.




    - Pongamos en práctica el Derecho Penal Internacional, para condenar y criminalizar las prácticas abusivas contra los estados llevadas a cabo estos años por los mercados financieros especulativos: 

 Estas prácticas abusivas han destruido millones de empleos, han deteriorado el medio ambiente y en países como Grecia, está provocando cientos de suicidios... sí, lo repito: cientos de suicidios de ancianos que ven cómo les desahucian de su hogar al ver reducida su pensión y no poder pagar, de parados desesperados, de nuevos pobres que son incapaces de asumir la nueva realidad... y no digamos la nueva alerta de la OMS: el nivel de niños desnutridos en Grecia se ha disparado de manera alarmante. La desnutrición, el hambre, vuelve a Europa. Y la situación de Grecia es lo que más se esemeja a España, con un desfase de tiempo de pocos meses...

 Una situación "ligeramente peor" que la que vivimos en la Segunda Guerra Mundial: en aquel conflicto armado, a pesar de las muertes, se mantuvo el statu quo de los estados. Lo que está sucediendo ahora es peor: sino lo evitamos, será el fin mismo de los estados, como entes soberanos en los que otorgamos potestad para representarnos.
 Debemos criminalizar a los mercados financieros especulativos y condenarlos en tribunales creados a tal efecto. En Islandia se ha intentado llevar a cabo. Si hay voluntad política, se puede hacer.


     - Concienciación ciudadana y movilización:

 Lo que más temen los tiranos, es al pueblo: y lo hemos visto en la Primavera Árabe. En Túnez, han conseguido echar al dictador y ser dueños de sus destinos. También cayó el muro de Berlín por la enorme concienciación ciudadana y la movilización pacífica y masiva. Nos lo enseñó Ghandi, y ese es el camino.
 Animo encarecidamente, a manifestarnos democrática y pacíficamente en las calles en las decenas de manifestaciones que tendremos a partir de ahora. Debemos salir TODOS  a la calle para recuperar dignidad y decencia, porque es necesario que TODOS  aportemos nuestro granito de arena para frenar el fin de los estados y que los ciudadanos no seamos los perdedores de esta Tercera Guerra Mundial.



    - Son necesiario nuevos valores:

Un NUEVO HUMANISMO que dé legitimidad a la acción, que coloque al ser humano en el centro de la acción gubernativa, y no al capital. Es imprescindible que el capital esté al servicio del ser humano y de nuestros intereses, para la justicia social y la construcción de una civilización.
Un nuevo Humanismo que edifique una sociedad valorando la educación como derecho de todos, la sanidad pública universalizada, la dependencia para los más débiles, las relaciones laborales y sus convenios colectivos, la seguridad social, la cultura, los derechos humanos, la ecología... sí, ya sé que no estoy diciendo nada nuevo, hablo del estado de bienestar: estoy hablando de valores caducos, del mundo que TODOS hemos conocido hasta hace apenas unos meses y que ha caído estrepitosamente, pero no porque no sea viable o porque los ciudadanos hayamos derrochado locamente... sino porque los mercados financieros especulativos, han conspirado para hacerlo caer.
 Por eso es necesario un nuevo Humanismo, un nuevo pensamiento filosófico y ético que nos coloque en el centro de toda acción política, bajo el paraguas de Estados fuertes que controlen y corrijan a los mercados.


   Y lo podemos hacer TODOS unidos. Lo hemos hecho multitud de veces en el pasado, y os aseguro que ningún pueblo se arrepiente de ser el dueño de su destino: los pueblos se arrepienten de aquello que sí pudieron hacer y no hicieron, pero no de lo realizado. Nos equivocaremos, naturalmente, pero seremos dueños y responsables de nuestros actos, y de las consecuencias de los mismos. Y podremos rectificar porque nosostros sí creemos en la Democracia.

 Los mercados financieros especulativos no son democráticos, son una nueva forma de tiranía que amenaza nuestra civilización y nos ha declarado la guerra... tal vez hayan ganado, pero esto no ha acabado.

  La situación es muy preocupante, pero confiemos en sacar de nuestros corazones lo mejor de nosotros mismos, nuestros valores humanos para la solidaridad y poder construir un futuro en el que nos sintamos orgullosos.



  Gracias a todos por vuestra atención y hasta pronto !!!!

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